¿Cuándo comenzó la influencia mundial de Estados Unidos?

A pesar de que Estados Unidos es considerado uno de los países más influyentes en el mundo, no siempre fue así. Desde su independencia, Estados Unidos mantuvo una postura neutral y políticamente aislada con respecto al resto del mundo. Durante sus primeros 130 años, los estadounidenses siguieron los principios de neutralidad establecidos por George Washington y solo se vincularon con el resto de países a través del comercio. Pero, ¿cuándo comenzó la influencia mundial de Estados Unidos?

Los primeros pasos de una gran potencia (1898-1914)

A finales del siglo XIX, Estados Unidos se convirtió en una de las mayores potencias económicas del mundo. Su mercado interno era sólido y autosuficiente, pues estaba conectado por redes ferroviarias y numerosos puertos. Además, al estar ubicado entre dos océanos, la nación contaba con una gran seguridad, por lo que no tenían razones para verse envuelto en las dinámicas mundiales. Sin embargo, todo cambió en 1898, cuando Washington ofreció su apoyo a la resistencia cubana para propiciar su independencia de España, país con el que EE.UU. entró en guerra.

Tras su victoria frente a España, Estados Unidos se afianzó como una potencia en el continente americano. Esto sin contar los importantes territorios que le fueron cedidos por España, principalmente, Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam. Dichos territorios, unido a la anexión de Hawái ese mismo año, le dieron a Estados Unidos presencia también en Asia y, a su vez, el título de potencia imperial.

Tras la guerra hispano-estadounidense, su creciente atención en América Latina y la adquisición de Filipinas dio riendas a la llamada “política de puertas abiertas” la cual pretendía garantizar el acceso de los Estados Unidos al mercado chino.

El naciente liderazgo geopolítico (1914-1920)

La capacidad económica que había alcanzado Estados Unidos a inicios del siglo XX superaba la de Europa en su conjunto, pero, ello significaba poder a nivel internacional. No obstante, con la Primera Guerra Mundial, Europa quedó devastada en todos los sentidos, mientras que, por otro lado, Estados Unidos crecía económicamente al comerciar con las naciones potencias europeas en guerra.

Esta gran ventaja contractual fue en parte gracias a la postura neutral que asumió el presidente Woodrow Wilson, al inicio del conflicto bélico. De hecho, Estados Unidos solo se implicó a nivel comercial, beneficiando principalmente los grandes aliados, Francia y Reino Unido. Pero dicho pacto comercial se vio afectado por los ataques perpetuados por los buques submarinos de Alemania. Fueron precisamente dichos ataques los que obligaron a Wilson a participar en la guerra en 1917.

Ya hacia el final de la Guerra, Wilson hizo una serie de propuestas para garantizar la paz de las naciones en el fututo. Entre ellas, la autodeterminación de los pueblos, la democracia y la cooperación internacional con el fin de imponer una nueva dinámica internacional sustentada en el libre comercio, la libertad de navegación y el desarme. Todo ello sentó las bases de liberalismo internacional, que ha marcado la política exterior de los Estados Unidos hasta entonces. 

Desde su participación en la Gran Guerra, los estadounidenses, empezaron a tener un rol más activo en el mundo, aumentando su presencia militar y diplomática, convirtiéndose así en una gran potencia global.